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Planta de hachís tradicional procedente de la zona del Rif de Ketama y Chefchauen, famosa por producir el kif (tradicional mezcla de flores de cannabis con tabaco) y el famoso 'polen rubio' marroquí.
Esta variedad pura marroquí es una de las sativas psicoactivas más rápidas del planeta, debido a sus características semi autoflorecientes y a su cortísimo tiempo de floración. Tradicionalmente, esta variedad se siembra a inicios de primavera, empezando a florecer en Junio, siendo cosechada tan pronto como en Agosto, cuando empieza a ser procesada y apaleada a mano para producir el tradicional hachís marroquí, que varía en su calidad dependiendo del tamaño del cedazo y del número de apaleados que se realiza a las flores.
Las plantas marroquís son de tamaño pequeño/mediano. Empiezan con hojas un poco anchas, pero al llegar a su madurez sexual y a la floración se desarrollan como una sativa pura de estructuras florales espigadas, que se acumulan rápidamente formando cogollos de buen tamaño. Encontramos 2 fenotipos principales atendiendo a su estructura. El fenotipo más común crece muy columnar y alto, habiendo también un segundo fenotipo más pequeño, bajito y ramificado.
Es una variedad que se cultiva en su lugar de origen con mucha densidad de plantas, poco fertilizante y poca agua, lo que ha hecho que desarrolle una excelente resistencia contra el calor y la sequía, funcionando perfectamente con pocas atenciones y bajos niveles de nutrientes, lo que la convierte en una variedad ideal para cultivo exterior en guerrilla en climas cálidos y secos.
Marruecos es el mayor productor de hachís del mundo, siendo su apreciado hachís el más exportado, especialmente en Europa. Desgraciadamente, desde inicios del siglo XXI se ha producido en Marruecos una masiva introducción de genéticas de interior foráneas procedentes de Europa y Norte América, con el fin de aumentar la producción y la potencia del hachís.
Si bien esto se ha conseguido en ciertas parcelas donde estas genéticas extranjeras se cultivan con más mimo, la contaminación genética también ha provocado que el hachís marroquí gradualmente haya perdido su característica psicoactividad y distintivos terpenos 'dorados' y melosos, que hicieron que el hachís marroquí se convirtiera en un referente mundial en la escena cannabica del s XX.
Algunos cultivadores marroquís se han dado cuenta de que estas nuevas genéticas extranjeras requieren muchos más cuidados, más agua y fertilizantes, se cosechan mucho más tarde que las variedades marroquís tradicionales, y no tienen la misma resistencia al calor y a las plagas de exterior. Las variedades marroquís antiguas siguen siendo las más indicadas para cultivar en parcelas distantes de gran tamaño con peores recursos de irrigación y que no pueden ser atendidas con tantos cuidados.
Es por ello que un grupo de cultivadores marroquís 'de la vieja escuela' nos ofrecieron semillas antiguas marroquís para su reproducción y preservación, antes de que la imparable contaminación genética haga desaparecer por completo las variedades marroquís antiguas en su estado original.
Fruto de este trabajo de preservación, desde ACE Seeds os ofrecemos esta mítica planta de hachís en su forma original más pura.
Tipo VARIEDAD PURA (P2)
Formato Feminizada
Ratio Sativa / Índica 100 % sativa
THC: 2.5-5 %
CBD: 0-2 %
CBG: 0-0.16 %
Floración Interior: 7-8 semanas
Floración Exterior: Agosto
Producción: Media
Resistencia a la araña roja: Alta
Resistencia al oidio: Alta
Resistencia a la botrytis: Media-Alta
Resistencia a la mosca blanca: Alta
Resistencia al frío: Media
Resistencia al calor: Muy Alta
Latitud: 0º-50º
Genética: Sativa pura marroquí de 2ª generación.
Estructura: Empieza con hojas más anchas en sus primeros estadios de vida, para en la madurez desarrollarse como una sativa pura de tamaño pequeño/mediano y hoja delgada.
Bouquet: Amaderado, terroso, picante y herbal, con toques 'dorados' y melosos, clásicos del polen rubio marroquí.
Efecto: Potencia suave. Inicio cerebral y físicamente sensual, que incrementa y distorsiona las percepciones. Se desarrolla aumentando la introspección y la vida interior, para finalizar con una placentera relajación y sedación, provocando la clásica cara desencajada y los ojos enrojecidos que produce el buen hachís marroquí.
SEMASB10R9030
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